martes, junio 27, 2006

Only A Feeling (02.10.03)

Nací optimista. Un sueño y siempre tenía la vida por delante para cumplirlo. Optimismo innato tuve a bien llamarlo. Feliz infancia, donde la imaginación se aliaba con la simplicidad de la infancia. ¿O era ausencia de complejidad? Demasiado ajeno el ahora preguntarlo. ¿Que es del paso de los años? ¿Que de la sutil manera en que se escurren las experiencias? Y el tiempo pasa, y día tras otro una intrincada mezcla de sueños y subconsciente nos señala un nuevo amanecer. Es sólo represión pero: ¿a quien le importa? Desde la infancia todo son respuestas y no hay distancia que no pueda ser cubierta…el tiempo es infinito. Los sueños también. Ahora me enfrento a una verdad distinta. Que como el ave fénix, de las descarnadas cenizas de la cruel realidad, brota en mí la semilla del pánico. Y tan ni siquiera puedo materializar mis sueños con lágrimas de lo arrebatados que han sido de mi mente enfermiza. Que bonito podría ser…y una voz se alza entre gigantes para gritarme al oído: -“Despierta ya imbécil” Pero el sueño es un dulce puesto en mis labios de niño y no quiero que el frío me lo arrebate. Atrapé el miedo y ahora temo no poder liberarme de él. Y a buen entendedor, pocas palabras bastan. No soy el único. De tu amor sólo una patética ruina queda en el recuerdo. Pero los cimientos son fuertes, resisten aún en triste testimonio de lo que pudo ser y no fue. Y como mala hierba se agarran por doquier y me dominan como un demonio enfurecido. Joder un mísero rayo de sol me ilumina y las tinieblas ya me arrebatan la esperanza… quiero alcanzarlo…salto, corro, me apresuro y si tropiezo me levanto… pero me das miedo: no se si es luz o una trampa del infierno. Me arrebatas la esperanza. Me quemas. Y en lo mundano de mi vida me aferro a la duda como el dolor a la sangre. Tuyas son mis venas. Otros ríos se queman. Desmembrado y herrumbroso, como brutal falacia de lo que una palabra puede herir, busco cobijo en la esquina de mi mente más alejada de ti. No sólo te temo, también te odio. Me sangra el alma y los ríos se desbordan de dolor. Sigo arrancándome tu recuerdo. Ya ni quema. ¿Más que es ello? ¿Que me infunde valor en estos momentos? ¿Cual es? -y grito- ¿cual es? -más alto- ¿cual es el ciego que cree verme en sus sueños? Porque sueño que soy ciego a ti y aciago es el momento. Muerto es el sueño y vivo el sufrimiento.

No hay comentarios: