miércoles, mayo 03, 2006

¿Donde está Dios para decírselo? (14/03/02)

...Palidece el reflejo de algunas míseras estrellas dibujadas en el cielo. Ni tan siquiera tu recuerdo brilla más fuerte que la imagen de mil días de sol. Nada es lo que parece y todo aquello por lo que un día decidimos luchar ha sido relegado al olvido... No merece la pena. Nada lo merece. Sólo el fruto de los sueños de cientos de miles es motivo suficiente para intentarlo. El camino es largo y el éxito incierto, pero aún así y todo descendemos la espiral que conduce a más de un millon de anhelos. Es todo falacia. Así y todo seguiremos soñando, porque soñando mantenemos la esperanza despierta y viva. Si muere la esperanza, la ilusión se corrompe, y ni el fruto de cien mil anhelos podría romper el silencio de un llanto lanzado al abismo de la desesperación. Acá en el mundo de los sentimientos naufraga el barco de la comprensión en un mar de resentimientos. Nadie lo comprende, y por eso lo juzgan. Quizás se equiboquen, pero ¿donde está Dios para decírselo? Está en los sueños asesinados por tantos que los ríos de sangre descienden hasta el mismo mar donde naufragó el barco. Yo vuelo, surco los cielos raudo como el viento y no puedo dejar de contemplarlo todo. No soy persona, sin embargo hay lágrimas en mis ojos. El fruto de la discordia penetra en mí y me ciega la esperanza. Las ilusiones mueren antes de nacer y palidece el reflejo de algunas míseras estrellas dibujadas en el cielo... Los sueños surgen cuando la realidad que se vive sugiere caminos que no tienen cabida dentro de lo posible. No se trata de engañarse a uno mismo, sino más bien de plantearse situaciones ajenas a aquello que se conoce. Es por esto que la curiosidad y los sueños van siempre ligados... Sin embargo, no siempre se sueña lo que uno quiere. A veces la mente discurre por caminos que es mejor ignorar. Si se ahonda demasiado en las cosas, se llega siempre a la incertidumbre. Y es esta incertidumbre la que diferencia a las gentes entre si. Algunos, viven en la certeza de creer conocer las cosas pero no las conocen en absoluto. Otros son conscientes de la incertidumbre que rodea a la realidad pero aun así buscan respuestas. Y las buscan a través de los sueños aunque no siempre las encuentran... No son muchos los que perciben que hay un rasguño en el vasto telón de fondo al que llamamos realidad. La dificultad no consiste en encontrar respuestas, sino en encontrar las preguntas. Y no es necesario contemplar las cosas para encontrar las preguntas adecuadas. Tan sólo es necesario ser consciente de uno mismo para que estas surjan por si solas en la mente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, me alegro que hayas empezado con esto :)

Para traer un poco de gente a tu blog, he escrito algo sobre tu blog en el mio, así que seguro que en nada tienes muchas visitas y comentarios :)