lunes, mayo 08, 2006

La Verdad es un Sueño (17/03/02)

Un millon de sueños por cumplir y tan sólo las migagas de una vida para conseguirlo. Es una verdad a la que no se puede hacer frente con hechos y por eso queda camuflada bajo la complacencia de lo cómodo. No es posible encontrar en un sólo camino todo aquello que existe en un universo entero. Hoy me enroco en las verdades pequeñas, que son esencialmente las ciertas y que si bien no pueden abarcar mi destino, no dejan de gritar su felicidad. Jamás soñaría con conocerlo todo, por eso dirijo las verdades que conozco a los otros, y ellos me lanzan las suyas. Pero los oidos son sordos, nadie quiere escucharlas, puede que sean ciertas. No se puede confiar en la gente, no a menos de que ellos confien en tí. Y la utopía se escurre entre cumplidos y bagatelas materiales que ocultan bajo su sombra la ruindad de una vida de subterfugios. Nadie sueña, y si lo hacen, despiertan.

Mi mundo es otro, uno en el que los sueños preceden a los hechos. Uno en el que las grandes verdades no existen, y por eso debemos de hacer caso a las pequeñas. Pero nunca caeré en el engaño. Debo ser más sutil que eso, si las verdades no existen, naceran en cautiverio. En el de mi mente. La alternativa se reduce a lo animal, se reduce a lo mundano, y en lo mundano han muerto los sueños que un día sirvieron de esperanza. Nada es lo que parece y todo se parece extrañamente a esa nada que queda cuando te das cuenta del engaño. Todos mienten, mentimos, y los pequeños ideales se pueden basar en las pequeñas verdades. Las grandes verdades las guardaré para mi mismo, no son un secreto, pero son pocos los que las comprenden... confio en ellos, y sus oidos no duermen. Su mente tampoco.

Y tras mil mañanas de eterna primavera, quizás llege el momento de arrepentirse. Pero si el destino no conduce más que por el camino de lo bano, entonces no quedara nada que perder. Mejor ser optimista y fracasar, que ser pesimista y estar condenado al fracaso. Los sueños se cumplen, sólo requieren un poco de ayuda por nuestra parte. El broche de oro lo pone el esfuerzo, fielmente recompensado por la felicidad. A la deriva los odios, las falacias y los sutiles disfraces. Si la verdad ofende, prefiero sentirme ofendido que esconderme de ella. Porque el que se esconde se condena a esa vida donde el momento lo es todo y no queda nada para el recuerdo. Y sin recuerdos, nada hay.

Y me pierdo en mis sueños. Pero soy distinto. Me pierdo porque quiero perderme, porque se que busco algo que trasciende la realidad. Y saberlo ya no me doblega, no se si encontraré lo que busco, pero se que en su búsqueda encontraré lo que buscan otros, y que por eso, sus sueños serán los míos y los míos se harán suyos. Y me hace feliz saberlo, porque no puedo andar el camino yo sólo, y ahora se quien lo andará conmigo. Nos cruzaremos todos en algún momento, pero los habrá que construyan puentes, que se desplazen por túneles. A todos esos les perderá su destino, porque están destinados a no cruzarse con nadie. Nosotros, podremos hablar de sueños con quien nos encontremos, porque no habrá paredes entre nosostros. Nuestro mundo será el mismo, el mundo de los sueños. Y cuando hablemos, les contaré de sueños y más sueños, y llegará el día en que mis sueños serán la respuesta de los suyos. Y yo me veré reducido a la insignificancia de saberme uno más que ha encontrado su camino, porque durante mi viaje, me doy cuenta de que los sueños de los demás son el motivo de que yo emprendiera el viaje. Nunca me perderé, los sueños serán mi guía... y saberlo me hará grande.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy profundo y verdadero